Este evento forma parte de las actividades de A Defesa das Portas, programa en el que se conmemora el hecho histórico de la defensa de las Puertas del Calvario durante la Guerra de Restauración el 17 de septiembre de 1641. Ese día, Olivenza fue tomada por sorpresa y defendida con una decisiva participación de mujeres, en las trincheras y ventanas de las Puertas del Calvario, con arcabuces, espingardas, aperos de labranza, incluso palos y piedras.
Rosi de la Granja junto a su hijo Gonzalo |
La palabra espingarda, además de ser un arma de fuego del siglo XVII, designa en Olivenza de forma peyorativa a una mujer contestataria y rebelde. Esther Silva, socia de Limbo Cultura explicó a los presentes como se ha tratado de deconstruir este término usándolo en positivo, para conceder un premio a mujeres que hayan roto una lanza en favor de la igualdad abriendo camino a otras mujeres.
Este año se distingue a Rosi no por el hecho de ser madre soltera en una época en la que ya de por sí era complicado, sino por su valentía al encarar esta situación, trabajando de cara al público y no dejando que comentarios ni críticas le hicieran en ningún momento agachar la cabeza.
Decidir ser
madre en solitario, hoy en día en el que el 25% de los nacimientos en nuestro
país es de mujeres solas por elección, es algo más que aceptado, pero no
podemos olvidar que para llegar a esa normalización muchas otras mujeres han tenido que luchar para abrir puertas.
Tras la proyección de un pequeño pase de diapositivas sobre la vida de la homenajeada y la imposición de la espingarda tanto Rosi como su hijo Gonzalo tuvieron emocionadas palabras de agradecimiento.
Tras la proyección de un pequeño pase de diapositivas sobre la vida de la homenajeada y la imposición de la espingarda tanto Rosi como su hijo Gonzalo tuvieron emocionadas palabras de agradecimiento.
En anteriores ediciones han sido distinguidas Consuelo Maroba Píriz (2016) y María del Mar Andrades Rosado y Alicia Antúnez Nogales en 2017; estas últimas serán las encargadas de pasar el relevo imponiéndole a Rosa María la espingarda de plata .
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