lunes, 12 de marzo de 2018

FIRMADO UN CONVENIO CON LIBERBANK Y LA JUNTA DE EXTREMADURA PARA LA RESTAURACIÓN DEL CARRO FÚNEBRE

Un momento de la firma del convenio. De izquierda a derecha, Miguel Ángel Vallecillo Teodoro, Director del Museo Etnográfico Extremeño González Santana, Juan Jesús Martínez Ferro, Director de la Oficina de Olivenza de Liberbank, Francisco Pérrez Urbán, Director  General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Juan María Franganillo Sánchez, Director de la Región Sur de Extremadura de Liberbank y el Presidente de Limbo Culttura, Luis Ignacio González Franco
El lunes 12 de marzo tuvo lugar en Badajoz la firma del convenio de colaboración entre la Asociación Limbo Cultura y Liberbank para financiar la restauración de un carro fúnebre perteneciente a los fondos del Museo Etnográfico Extremeño González Santana de Olivenza

Esta iniciativa ha sido posible gracias a la intermediación, colaboración y apoyo de la Consejería de Hacienda y Administración Pública y a las actuaciones que Liberbank desarrolla en la Comunidad Autónoma con cargo al acuerdo entre esta entidad y la Junta de Extremadura para la aportación de financiación del Programa de Apoyo a la Actividad Económica y Social.

Firmaron el convenio el Director de Región Sur de Extremadura de Liberbank, Juan María Franganillo Sanchez, el Director General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, Francisco Pérez Urban y el Presidente de Limbo Cultura Luis Ignacio González Franco. También estuvieron presentes el Director de la Oficina de Olivenza de la entidad financiera, Juan Jesús Martínez Ferro y el Director del Museo Etnográfico Extremeño González Santana, Miguel Ángel Vallecillo Teodoro.

El carro fúnebre antes de su restauración
El carro fúnebre, un ejemplar de principios del siglo XX, se encontraba ubicado en el Patio de Armas del Museo y presentaba un lamentable estado de conservación al haber estado sometido a las inclemencias del tiempo por no disponerse de un espacio adecuado para su almacenaje.



De factura sencilla, el carro iba tirado por un caballo negro enjaezado del mismo color y solía utilizarse para los entierros de tercera y de pobres de solemnidad, que sólo se acompañaban de un sacerdote. 

El pasado 18 de diciembre se procedió al desmontaje, previo a la recuperación, trasladándose al taller del artesano carpintero oliventino José Sousa




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